Cicatrices Postquirúrgicas

Las cicatrices son huellas en nuestra piel, lo que más nos preocupa de ellas es que son feas, pero su principal problema es que pueden crear adherencias a nivel interno.

Según su aspecto tenemos diferentes tipos de cicatrices:

• Normales o fisiológicas: la herida se ha curado bien. Visualmente observaremos una línea fina del mismo color de la piel o un poco más roja. Se despegará perfectamente de la piel y no generará dolor.
• Atróficas: la herida no ha permitido generar suficiente colágeno para formar nuevas fibras de tejido conjuntivo (tejido de sustitución) lo que produce que queden huecos o surcos en la piel.
• Hipertróficas: se producen por una producción excesiva de colágeno en la zona de la herida. El nuevo tejido formado sobrepasa la superficie de la piel provocando una gruesa elevación de la misma. Se caracteriza por tener un color púrpura o rojo intenso, escozor y dolor.
• Queloides: semejante a la cicatriz hipertrófica, pero mucho más abultada. Se extiende más allá de la zona de la herida y también se produce por un exceso de colágeno. Suele causar dolor, picor y ardor intensos.
• Cicatrices por quemadura: estas heridas se curan con la contracción del tejido, lo que produce una deformación de la zona afectada.

En fisioterapia utilizamos para el tratamiento de las cicatrices técnicas manuales, punción seca, radiofrecuencia y "cupping" (ventosas) para favorecer la vascularización, oxigeración y síntesis de colágeno consiguiendo que la cicatriz mejore su aspecto externo, la elasticidad y el color. Lograremos normalizar el tejido, evitando de este modo molestias en el futuro.