A lo largo de nuestra vida, tanto hombres como mujeres sufrimos grandes cambios; a nivel psicológico (crecemos y maduramos), a nivel físico (nuestras articulaciones, huesos y músculos van adaptando a los cambios fisiológicos que provoca la edad, van compensando pequeñas lesiones), y a nivel estético (aumento o pérdida brusca de peso, embarazos, perdida de elasticidad de los tejidos, flacidez en la menopausia, cicatrices postquirúrgicas…)
Todos estos cambios van haciendo de nosotros lo que en todo momento somos.
Desde la fisioterapia podemos mejorar muchas de las posibles secuelas estéticas.