Durante años las mujeres hemos tenido una vida social reducida o cuanto menos limitada. Dedicábamos gran parte de nuestros días a cuidar a nuestras familias, con lo que pasábamos la mayor parte de nuestras horas en casa.
La sociedad actual nos ha llevado a un ritmo de vida, casi frenético, en el que nos ocupamos de la pareja, los hijos, amigos, casa y trabajo. Además del gran esfuerzo que esto supone, aún en muchos casos con la ayuda de la pareja, las mujeres tenemos la anatomía en contra.
En muchas ocasiones por falta de tiempo, por prioridades y un sinfín de complicaciones más nos olvidamos de nosotras mismas.
Si notas cualquier cambio en tu normalidad, la frecuencia con la que vas al baño, pérdidas de orina, molestias al mantener relaciones... recuerda que es importante buscar solución, con fisioterapia te podemos ayudar.